Jero en Capitol...

El sábado pasado tocaba un nuevo concierto, una nueva visita a la capital, en concreto, a la Sala Capitol, a donde siempre da gusto ir. Obviamente, como cada visita santiaguesa, tocan unas cañas previas, aunque en este caso, en vez de ser por la zona vieja, y en vez de cañas, toco disfrutar de unas estrellas en casa de una amiga. Pero bueno, viene siendo parecido. Algo antes de la hora del concierto, tocaba aparcar, y tomarle la ultima, ya en el centro. Mientras todo el mundo veia el partido, nosotros buscábamos aparcamiento, con un tráfico bastante escaso. Según había publicado en facebook alguien, no se si el propio Jero, el concierto empezaría un poco más tarde para que la gente pudiese ver el final del partido. A mi no me importaba demasiado, ni el partido, ni esperar un rato más por el concierto, pero supongo que los fans de Jero más futboleros seguro que lo agradecieron. Después de la Heineken pertinente, ya que con esto de ser patrocinado por estos, uno no se puede beber una estrella, y hay que aguantarse, cogimos un sitio adecuado, y justo comenzó el concierto. Tenía la intriga de saber como iba a ser, ya que no me leí ninguna crítica antes, y no sabía si tiraría por el lado más acústico, o le darían algo más de fuerza a las canciones. Los instrumentos presentes en el escenario ya daban una pista, por que entre guitarras acústicas, o un contrabajo, si que se vislumbraban instrumentos eléctricos. La cosa empezó calmada, con Jero, bien acompañado por Charlie Bautista, un batería, y dos fenómenos al bajo y guitarra. Digo fenómenos, por que no pararon de moverse en todo el concierto, moviéndose al ritmo de la música, haciendo coros, o tocando las maracas. Mención especial el bajista, que ponía unas caras geniales. Esos si, se les veia disfrutar de lo lindo, cada uno a su manera... Jero agradeció el trato recibido en Santiago, y luego nos agradecería a sus mecenas el haber participado en la creación de su disco. En cuanto a las canciones, sonaron todas las del disco, además de la que nos regaló a sus mecenas, y alguna nueva más. Algunas conservando el tono del disco, otras más electrificadas, recordandome en algunos momentos al sonido dominguero, especialmente en un par de momentos, donde todo el grupo se dejó llevar por la euforia guitarrera... En esos momentos, el lado más sencillo del disco quedaba atrás, y las canciones ganaban fuerza y matices. Lo negativo, aparte de tener que beber heineken, fue la duración del concierto... ya se sabia que el disco es muy breve, pero bueno, aún así, tocar poco (muy poco) más de una hora, me pareció escaso, teniendo en cuenta que no era concierto de los baratos... Pero bueno, fue lo único negativo, por que a mi incluso me gustaron más las canciones en directo que en disco, y eso que el disco lo tengo bastante machacado... A ver si pronto hay un nuevo proyecto, y el próximo concierto ya tiene una duración más normal.... eso si, después del concierto, sigo añorando a los Sunday...

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Sonando: The Sunday Drivers / Rainbows of Colours