Este fin de semana se celebraba en Caldas de Reis, un año más, una nueva edición del Cultura Quente, uno de los festivales más longevos de Galicia, ya que se lleva celebrando desde el año 1998. Es un festival que fue evolucionando, de un perfil más duro, más rockero-jevirulo, a algo más alternativo, popero, y más variado, tirando hacia cosas que me puedan interesar, vaya. Así, en ediciones recientes hubo gente como The Sunday Drivers, Deluxe, Arizona Baby, Catpeople o Vetusta Morla (grupo que actuó por sorpresa este año, sin que se les esperase, todo sea dicho). Y, lo más importante, siempre con entrada y acampada gratis. Sin embargo, por unas cosas u otras, nunca había ido a este festival, por que cuadraba con otra fiesta, otros planes, o lo que fuese. Pero este año no surgió ningún plan alternativo mejor, por lo que el sábado, únicamente, nos acercamos por alli. No había nadie que me llamase excesivamente la atención, si acaso, Hola A Todo El Mundo, que me había quedado con ganas de ver en Vilagarcia, y que era los únicos que conocía de los grupos en cartel. Justo llegamos para ver el comienzo de estos, y su corta actuación, que, a pesar de algún problema de sonido, me gustó. Quizá recuerden excesivamente a Arcade Fire a veces, pero tienen su estilo, y no lo hacen nada mal. Despues de estos, tocó salir a fuera a tomarse una cañita, por que los Magnética no me llamaban demasiado la atención. Volvimos al recinto, muy chulo, la verdad, con sus arboles y demás, aunque lleno de polvo, cuando acababan de comenzar The Sonics. Un grupo surgido a mediados de los 60 en Seattle, y que aun conservan la energia de aquellos tiempos, por lo que demostraron en el escenario. Rockroll de toda la vida, con su saxo y todo, para una gran actuación. A conctinuación, llegaban al escenario los miembros de la familia Durham, o, lo que es lo mismo, Kitty, Daisy and Lewis. Tres hermanos, acompañados de sus padres, cuya música se puede definir como algo de rockabilly, roackroll, blues, etc. Destacar los tres hermanos que le dan nombre al grupo, que entre cada canción se cambiaban, tocando cada vez una cosa diferente cada uno. Tras un descansito, recarga de bebida y un pis, cogíamos sitio para The Raveonettes, una de las razones para ir a Caldas, y que, finalmente, me resultaron algo aburridos. A ello también contribuyó el cansancio, pero no aguanté su concierto, y me retiré a observarlo de lejos, sentado. Para acabar los conciertos, antes del turno de DJ Lagartija, estaba reservado el momento de Tony Lomba. Este hombre, el rey de la canción ligera, es habitual del festival de Cans, y, para definirlo, puedo decir que está muy loco. Eso si, hizo vibrar al público, animo a la gente, y dejó algunos momentos interesantes. El que quiera conocer algo más de el, visitar su myspace, donde se pueden escuchar alguna de sus grandes composiciones, como Bandera bandera, o Hoy es un dia especial. Después de ese concierto, y con las canciones de DJ Lagartija de fondo, nos despedimos de Caldas, no sin antes tomarnos un tentempié, y contemplar la poca verguenza que tiene alguna gente...
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Yo este año no pude ir (una faringitis me dejó aniquilado), pero el cartel tenía cosas muy interesantes. A HATEM ya los había visto en el FdN, y me habían encantado, y del cartel del sábado me habría quedado con The Raveonettes, aunque en el fondo tampoco me esperaba que me encandilasen: son, para mí, un grupo para pequeñas dosis; singles sueltos, no discos enteros ni conciertos.
ResponderEliminarY del viernes, tenía curiosidad por Ocean Colour Scene, pero como tampoco tengo un dominio de su discografía, lo dejaba más en la curiosidad que otra cosa.
Y lo de Vetusta Morla: hace 2 años habían prometido que volverían... y oye, entonces han cumplido. ¿Han hecho un concierto entero o algo pequeño, tipo "sorpresa" en acústico?
¡Saludos!
A HATEM les vi en las Demoscópicas del año pasado en Madrid, cuando no eran 'tan conocidos' en el mundillo indie español y el concierto estuvo bien, la verdad.
ResponderEliminarDel cartel me llaman la atención los OCS, a los que sigo desde hace tiempo, y Kitty, Daisy & Lewis.
Lo bueno que tienen los festivales y conciertos de varios artistas es que a veces te pegas desilusiones con ciertos grupos pero conoces otros por los que merece la pena ir.