I never feel magic unless I'm with you

26 mayo, 2011

Geniales...

Hay sensaciones unicas, irrepetibles, que pasan de vez en cuando, y no hay palabras para explicarlas... Como aquella primera vez, cuando vi a Oasis en Castrelos, hace tanto tiempo; Muse en el Xacobeo anterior, cuando era uno de los grupos que más ganas tenia de ver; estar disfrutando de Wilco en Santiago, en un Auditorio repleto; ser testigo del espectaculo que son Arcade Fire en directo; o estar viendo mi ultimo concierto de los Sunday, y ser consciente de ello... son sensaciones inexplicables, cuando se junta la musica, si, pero algo más... y ayer, cuando Matt Berninger y compañia salieron al escenario, fue uno de esos momentos, que, por suerte, hace ya tiempo que disfruto excelentemente acompañado, lo que hace que sean aun más especiales... Como decía, ayer, cuando salieron al escenario, se colocaron, y empezó a sonar Start a War, fue un momento genial. Antes de eso, habia pasado el turno de Dark Dark Dark, que, entre las ganas que tenia de que acabaran, y que no sonaban muy altos, pues no me dejaron demasiada impresión... mientras ellos tocaban, yo esperaba por el momento, por que llegará por fin ese instante tan esperado. Y después, ya se mertieron de lleno en el High Violet, para solo abandonarlo puntualmente con visitas a Boxer y Alligator. Leia en una entrevista, que con los dos primeros discos apenas se identifican... pero al menos, recuperaron una de mis favoritas, Lucky You... poco despues, se despedían por primera vez con una muy apropiada Fake Empire. Volverian dos veces más, durante las cuales, seguía experimentando esa magica sensación de la que hablaba al principio... ver a uno de tus grupos favoritos, con un buen sonido, verlos disfrutar, sobre todo a Matt, deambular de un lado para otro, bajar a junto el publico, gritar, y contar alguna broma, sin abandonar su copa de vino... en los bises, la esperada Terrible Love, como no, siguiendo otra esperada, Mr. November, y, para acabar, cerrando con About Today, otra de mis favoritas, y una versión, acústica, a capella, de Vanderley Cry Baby Geeks, con momentos en que todo el mundo estaba callado, impresionante... pero, como decía, podría seguir hablando del concierto, pero no explicar esa sensación, que, seguramente, muchos han experimentado, cuando disfrutas de algo que has estado mucho tiempo esperando, y que tienes todas las condiciones para que sea irrepetible.... y así lo fue este concierto, por si no quedó del todo claro...

2 comentarios:

  1. Te doy la razón, son muy-muy grandes! Saludos

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  2. Entiendo perfectamente lo que quieres decir, cuando un concierto te emociona tanto que te deja sobrecogido… La grandeza de la música, por un lado tan universal y capaz de emocionar a una multitud de desconocidos por igual y por el otro tan íntima, capaz de despertar sentimientos tan únicos y personalizados para cada uno...
    Bueno, paro ya que me flipo jaja
    Hasta pronto!

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