Suele decirse que nunca es tarde, si la dicha es buena, o algo asi. Esa misma frase puedo aplicarmela a mi mismo desde ayer, cuando, asi, en pleno concierto, descubrí al señor Leonard Cohen. Era el gran concierto del verano en Vigo, bastante por encima del de Keane, y no me apetecia perdermelo, porque es el tipico concierto que no se repetirá en muchos años, si es que alguna vez se repite por aqui. Además, me habían llegado unas cuantas buenas recomendaciones acerca de este hombre, lo que añadia más interés a su figura. Y despúes de estar toda la tarde pensandolo, dandole vueltas al tema, acabé convenciendo a Ru, quien si no, para que me acompañara a Castrelos. Y a las diez de la noche, con puntualidad exquisita, tanta que nos pilló practicamente aparcando, comenzó el concierto con una canción que, pese a descubrirla hace nada, me encanta, como es Dance me to the End of Love. A partir de ahi, muchas canciones desconocidas para mi, no asi para mucha de la gente que llenaba el auditorio de Castrelos, que poco a poco se llenó hasta los topes. Y pese a que no podiamos disfrutar de una perfecta visión del escenario, podiamos escuchar, que se escuchaba de maravilla, y para ver, nos valiamos de las pantallas gigantes, y pese a estar de pie, pasaron las mas de tres horas de concierto como quien no quiere la cosa, una canción tras otra, y cuando se despedía, tenía la extraña sensación de estar viendo despedirse a una verdadera leyenda viva, no se, a alguien que puede que no se vuelva a pasar por aqui, alguien que debe llevar tocando como cuarenta años, o más, lo que se notaba en el escenario, y nos fuimos para casa convencidos de que valió mucho la pena el haber asistido a un concierto como ese... ahora intentaré escucharlo un poco más, que me da que tiene mucha música por descubrir...
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Sonando: The National - Looking For Astronauts
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