I never feel magic unless I'm with you

10 noviembre, 2011

The Antlers

La semana pasada, como ya había comentado, era la semana grande por el concierto de Wilco, pero este no era el único concierto, si no que, el jueves, aqui en Lisboa, había otra cita importante. Nada más y nada menos que The Antlers, ese grupo que conocí allá a principios de verano del, ya lejano 2009, gracias, una vez más, a Indiespot. Los presentaban como un descubrimiento,y recomendaban su Hospice, disco de debut, y que era un disco conceptual acerca de una persona con cáncer en el hospital, o algo asi... Al parecer, fruto de la tristeza y soledad de Peter Silberman, y que, quizá por eso, no le preste demasiado caso durante el verano. Pero luego, a finales de ese 2009, el disco empezó a aparecer entre lo mejor de la cosecha de ese año, por lo que le di una nueva oportunidad. A pesar de ser triste, tenía algo, quizá la voz de Silberman, las atmósferas que van creando, haciendo crecer las canciones poco a poco, no sé. El caso es que me parece un muy buen disco. Este año sacaron su segundo disco, Burst Apart, ese siempre complicado disco, pero que, en este caso, supera la reválida. Menos intenso y emocional que el primero, con alguna canción que otra más animadilla, pero manteniendo ese toque especial, que la voz (y el falsete) de Silberman le da. En la gira de presentación de este disco, antes de pasarse por Madrid y Barcelona, hacían parada en Lisboa. El primer concierto de esta gira europea, de hecho, y que a punto estuvo de no celebrarse en condiciones por que British Airways les perdió parte del equipaje. Por suerte, lo recuperaron a tiempo, según dijeron, unos minutos antes de la hora del concierto... Quizá por ello la cosa no empezó sonando del todo bien (también es cierto que la sala de abajo de la Lux no es mi sitio preferido de Lisboa para ver conciertos, todo sea dicho), pero poco a poco se hizo muy disfrutable. El trio, acompañado de un tipo rubio a la guitarra, empezó muy concentrado, con Parentheses, de su disco nuevo, para a continuación recuperar Kettering del Hospice. Mucha intensidad en las guitarras, las canciones perdieron algun matiz respecto al disco, pero ganaron fuerza, eso si. Por encima de todo, la increíble voz de Silberman, con algunos momentos emocionantes, como en Kettering, nada más empezar, o  en Corsicana, ya en el bis, que ponían los pelos de punta. De hecho, en algún momento de esos en los que la gente no podía esperar a aplaudir antes de terminar la canción, incluso parecía que el propio Silberman estaba emocionado... Con Darby Cicci detrás de sus múltiples aparatejos, y tocando calzado por primera vez en cuatro años, según dijo,por que le habían perdido los calcetines (no me lo creo del todo, pero bueno), tocaron casi todo el nuevo disco, y unas cuantas del primero, como Bear, y, obviamente, Sylvia, para cerrar el concierto. Se dejaron Two, que, al parecer, luego alguna fan les reclamó, y si tocaron en alguno de sus conciertos españoles... me parece fatal, pero bueno... Fue un concierto no muy extenso en canciones, pero como las extendían, las alargaban, si que en tiempo estuvo bien. Y con cara de tonto que te deja satisfacción  de haber disfrutado de un gran concierto, me fui para casa, con Sylvia aún retumbandome en los oídos, mientras corría bajo la lluvia, camino del metro.

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